Quipao, chaqueta recta cruzado sobre el pecho cerca de un hombro

Chaqueta de mujer

Satén (duan) de seda, tafetán de seda

 Fines del siglo XIX. China. Dinastía Qing (1644 y 1912)

Colección Museo de la Historia del Traje. Fotógrafo Leandro Allochis.

昔者莊周夢為胡蝶,栩栩然胡蝶也,自喻適志與!不知周也。俄然覺,則蘧蘧然周也。不知周之夢為胡蝶與,胡蝶之夢為周與?周與胡蝶,則必有分矣。此之謂物化。

Hace un tiempo, yo, Zhuang Zhou soñé que era una mariposa, una mariposa que volaba alegre y tranquila, de aquí para allá con total libertad. Inmerso en ese sueño, no sabía que yo era Zhou. Repentinamente desperté de ese sueño y me dí cuenta que sin dudas yo era el mismo Zhou. Pero tuve una duda, ¿acaso era yo Zhou, el que había soñado que era una mariposa, o bien podía ser que fuera una mariposa soñando que era Zhou? Sin embargo, necesariamente debe haber una diferencia entre Zhou y la mariposa. A esto le llamo “la transformación de las cosas”.

Zhuangzi, Capítulo “Qi wu lun” o “La discusión de las cosas”.

Pasador y adorno

Colección Museo de Arte Oriental.

Izquierda: Pasador
China. Dinastía Qing (1644-1911), s. XIX
Piedras, plumas, coral, metal, mostacillas Cincelado, tallado, aplicación.

Derecha: Adorno
China. Dinastía Qing (1644-1911), s. XIX
Metal, plumas – Cincelado, aplicación.

Créditos Imágenes:
Fotógrafo Leandro Allochis.

Ideas que viajan en el espacio y en el tiempo. Borges interpreta a Zhuangzi

“En la China, el sueño de Chuang Tzu (Zhuangzi) es proverbial; imaginemos que de sus casi infinitos lectores, uno sueña que es una mariposa y luego que es Chuang Tzu. Imaginemos que, por un azar no imposible, este sueño repite puntualmente el que soñó el maestro. Postulada esa igualdad, cabe preguntar: Esos instantes que coinciden ¿no son el mismo? ¿No basta un solo término repetido para desbaratar y confundir la historia del mundo, para denunciar que no hay tal historia?”

J.L.Borges (1899-1986), “Nueva Refutación del Tiempo”, en Otras inquisiciones (1952).

De Mercedes Giuffré: “En la opinión de Borges, el Oriente había recibido mucho perjuicio falso a manos del mundo occidental ya que necesitaba crearse un “otro”, un opuesto. Por el contrario, para Borges, el Oriente era una forma de cuestionar irónicamente a las certezas de la metafísica occidental.”