Vestido de fiesta, de seda rosa con adornos bordados en dorado, aplicaciones de piedras, cristales en tonos rosados. Y detalles de figuras espejadas de hojas de metal dorado y cristales facetados formando flores de color rosa.

Detalle de vestido de Jacques Dorian
Colección MHT
Fotógrafo: Leandro Allochis

Los atavíos dorados remiten a los trajes de los emperadores con sus clámides bordadas en hilos de oro, el vestuario de Elizabeth Taylor en Cleopatra pero también la iconografía del glam rock (de Marc Bolan a Bowie honraron al glitter). En el recorrido por la colección del MHT el color oro asoma desde dos atuendos con etiqueta Fridl Loos: un vestido largo en jacquard con el cuello volcado y una chaqueta de terciopelo negro con estampas de grandes flores doradas y la morfología inspirada en un qipao. Hace lugar a un vestido Jacques Dorian  realizado en malla de lúrex y a una pequeña capa lamé estampado con motivos vegetales de Medora Manero; el vestido con un corsage colmado de lentejuelas diseñado por Roberto Piazza que culmina en volados de seda sobre tul pertenece a la colección Latinoamérica 1990 y tiene explícitas referencias pictóricas a la obra de Pérez Célis. Mientras que la paleta azulina y turquesa  que destella un Vanina de WAR circa 1970 con la singularidad de su textura en rafia de papel metalizado y glaseado es cómplice del vestido en crepe de seda natural lavanda, con mostacillas plata y cuentas símil lágrimas de cristal al tono de Jacques Dorian. Uno y otro se complementan  con el solero de crepe celeste con etiqueta Medora Manero circa 68 y la progresión de fulgores continúa con el vestido de muselina celeste bordado a mano con abalorios azules y celeste cielo que ilustra la colección póstuma de Ibáñez.