Mujer observando textil

Sara Rosa Sosa bordando una Randa.
Fotografía gentileza del Museo Folklórico de Tucumán

Desde el siglo XVI cuando la Randa llega a nuestro territorio y era considerada una actividad recreativa y de “distracción para señoras”, hasta la etapa actual de difusión, promoción y patrimonialización, este textil artesanal no deja de sorprendernos en su potencial discursivo. Esta línea de tiempo intenta revelar los hechos que la hicieron mutar, asociados al empoderamiento de una comunidad de mujeres que construye su identidad a partir de esta labor.

A continuación un recorrido en imágenes:

Hecho con Padlet

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