Detalle de trajes masculinos
Fotografía: Leandro Allochis
La noción de etiqueta y elegancia en el vestir masculino han evolucionado a lo largo del tiempo, influenciadas por múltiples factores históricos y socioculturales. Si bien encontramos sus orígenes en el Renacimiento y en la sociedad cortesana europea, fue en el siglo XVIII con el afianzamiento de la burguesía como grupo dominante, que la moda y la etiqueta se democratizaron en cierta medida. En efecto, los códigos de vestimenta seguían siendo un indicador de estatus y jerarquías sociales en los ámbitos urbanos. De hecho, el surgimiento de los Manuales de Etiqueta estableció reglas específicas sobre cómo vestir de forma adecuada según la ocasión, lo que ayudó a codificar las normas de la moda masculina. Por ejemplo, el frac en sus orígenes era usado como traje de día por la nobleza europea en el siglo XVIII. Con el tiempo, se transformó en la prenda de noche más formal y elegante. Al presente, se sigue caracterizando por su chaqueta de cola larga dividida en la parte trasera, chaleco y pajarita blancos. En cambio, el esmoquin surgió en Inglaterra a mitad del siglo XIX como una alternativa un poco menos rígida que el frac. Hasta hoy, es utilizado en eventos de etiqueta semiformal.
Laura Zambrini | Gisela Laboureau
Vista general de sala
Fotografía: Leandro Allochis
TRAJE DE DIPLOMÁTICO
Fecha: c. 1880
Materiales: paño gamuzado, seda, sarga, botones de metal
Donante: José María Cané
Museo de la Historia del Traje
Inv. MHT 6352-2
Fotografía: Leandro Allochis
Nota:
Este traje fue usado por Miguel Cané para ceremonias sociales durante su desempeño en el rol diplomático llevado a cabo ante los gobiernos de Colombia y Venezuela durante 1881 y 1882 y años después en París. Además de haber sido funcionario en los cargos de diputado nacional, Intendente de la ciudad de Buenos Aires y Ministro de Relaciones exteriores e interiores, es recordado por su desempeño como docente, periodista y escritor.