Paco Jaumandreu con Isabel Sarli en la película “Una viuda descocada” dirigida por Armando Bo.
Año: 1980
Fotografía: Yamil Akel
Archivo: Miguel Doneddú
La figura de Isabel Sarli, cronológica y expresivamente, coincide con el momento más camp en la trayectoria de Paco. Como si pudiésemos ver con gafas de alta graduación la relación entre plumas, pieles, estampados y la corporalidad de la actriz.
Antes de rodar una cinta Bo-Sarli, se legislaba el vestuario de la Coca en las oficinas del Instituto de Cine. Se presentaban sus vestidos en un maniquí con las medidas de la actriz y ahí se censuraba o aprobaba lo que mostraría en escena. Todo lo vinculado a ella irradia desborde. En las películas de Bo, las composiciones de figura fondo son descomunales. Tanto en India como en Favela, encontramos una Sarli en la naturaleza, fotogramas donde el cuerpo se derrama en postales brasileñas o en las aguas del Río Paraguay. Los trajes exhibidos pertenecen a cuadros musicales de ambas películas, conformando metavestuarios.
Ideando posibles montajes y buscando parámetros que expliquen el fenómeno Sarli, en el taller de restauración del Museo del Cine, entre centímetros y anotaciones, se repite la escena. Una malla de moldería implacable junto a piezas que presentan registro de haber sido esculpidas en el set, con puntadas rápidas, minutos antes de grabar. Con estos elementos constructivos se hace vestuario: casting, set, fotografía, género. Y por sobre todas las cosas, con la sensibilidad de entender la narrativa de un cuerpo; trabajo que Paquito hace a su justa medida.