Archivo Fotográfico MHT
El cuerpo femenino se vio ataviado con prendas como el corsé y el miriñaque que impedían sus libres movimientos, y enfatizaban su posición subordinada, ociosa y dependiente de los hombres. Las mujeres se vieron relegadas al ámbito privado/doméstico y asociadas al consumo de moda de una manera frívola y banal que reflejaba su supuesta naturaleza irracional.
Es a partir de este momento que los estereotipos de género se constituyeron como una nueva construcción en la moda, que se tradujo en un traje que privilegió la uniformidad de tipologías para los hombres, mientras que el atuendo femenino quedó comprometido de manera permanente en los ciclos de la moda acentuando sus incesantes cambios que se vieron plasmados en el contraste de ambas siluetas.
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